Las pieles grasas deshidratadas existen aunque este hecho, a priori, pueda parecer una contradicción. La deshidratación es un proceso de pérdida de resplandor y bienestar de la piel que puede deberse tanto a causas internas como externas. Afecta a todo tipo de pieles pero, afortunadamente, se trata de un proceso reversible.
Las condiciones medioambientales, la alimentación o el uso de cosméticos agresivos y no adaptados a tu tipo de piel pueden provocar que un cutis graso pierda la humedad que necesita para mostrarse y sentirse saludable.
Los síntomas de alarma pueden llegar por una sensación de sequedad y aspereza o por la aparición de arrugas de deshidratación, entre otros signos. Con la intención de ayudarte a paliarlos y recuperar el confort, vamos a hablarte de cómo tratar este tipo de pieles.
¿Qué es una piel grasa deshidratada?
Una piel grasa deshidratada es una piel que produce un exceso de sebo, pero que, por múltiples factores –tanto internos, como externos–, no es capaz de retener la humedad.
Piensa que el agua presente en el organismo llega a las diferentes capas de la piel. Gracias a la capa hidrolipídica se frena su evaporación, protegiendo así la hidratación cutánea. No obstante, si esta barrera se daña, no puede cumplir su función y la consecuencia es una piel seca y con signos de envejecimiento prematuro. A pesar de mostrar un aspecto como aceitoso, una piel grasa puede sufrir deshidratación y mostrarse:
- Opaca, sin luminosidad.
- Áspera, con falta de suavidad, incluso escamosa.
- Incómoda, pudiendo dar origen a arrugas propias de la deshidratación, sobre todo en la zona del contorno de ojos y los pómulos.
- Enrojecida, con picores.
¿Cuáles son las causas de una piel grasa deshidratada?
Los factores que pueden provocar que la piel grasa se deshidrate son múltiples. Te vamos a hablar de ellos a continuación, puesto que es preciso que los conozcas para poder actuar sobre ellos y recuperar el estado ideal de tu piel.
Causas internas
Las disfunciones fisiológicas o patologías cutáneas como la queratinización pueden estar implicadas en la deshidratación de la piel. En este caso concreto, la queratinización participa en el envejecimiento prematuro de la epidermis, propiciando la pérdida de líquidos.
Asimismo, factores emocionales como la ansiedad, el estrés o incluso el cansancio, pueden afectar a la salud de la capa hidrolipídica de tu piel.
Otras de las causas de una piel grasa deshidratada son las relacionadas con los malos hábitos de vida. Una alimentación desequilibrada y no sana o el abuso de sustancias tóxicas, como el alcohol y/o el tabaco, pueden dejar una huella muy negativa en tu epidermis.
De igual manera, la ingesta de ciertos medicamentos como algunos tratamientos para el acné, corticoides tópicos y ciertos anticonceptivos, pueden secar tu piel.
La edad es también un factor natural que favorece la pérdida de humedad, lo que explica que sea importante adaptar los tratamientos a cada etapa de la vida.
Causas externas
Los factores medioambientales pueden resecar tu piel. Ojo, porque pueden ser tanto el calor o el frío, como el viento, la sequedad del ambiente, el aire acondicionado o la calefacción, la contaminación, la exposición al sol, etc.
De igual modo, el tipo de productos de higiene y cosméticos que utilices son otros de los factores que influyen en la deshidratación de tu piel.
En ese sentido, intenta utilizar siempre productos testados dermatológicamente, que no sean agresivos, con ingredientes naturales y principios activos que propicien la retención de agua y protejan la capa hidrolipídica de tu piel.
¿Cómo cuidar una piel grasa deshidratada?
Dado que los factores que provocan la sequedad en las pieles grasas son múltiples, debes actuar a diferentes niveles para poder neutralizarlos o, al menos, minimizar sus efectos. Compartimos contigo algunas recomendaciones que pueden servirte de ayuda.
Hidrátate
Garantiza una aportación de agua diaria en torno a los 1,5 litros, siempre que no exista una contraindicación médica.
Evita las bebidas azucaradas y/o alcohólicas. Sustitúyelas por agua con limón, agua de coco o infusiones de lavanda, aloe vera, caléndula o manzanilla.
Cuida la calidad del aire en interiores
Procura en la medida de tus posibilidades evitar interiores sobrecalentados o con una climatización que no tenga en cuenta el grado de humedad óptimo.
Este tipo de condiciones ambientales, tal y como te hemos avanzado, favorece la evaporación del agua presente en tu organismo.
Oxigena la piel
El deporte es una de los mejores recursos para oxigenar tu piel, favoreciendo la circulación sanguínea y propiciando que los nutrientes lleguen convenientemente a las células.
Esto explica que practicar actividades deportivas potencie los resultados de cualquier tratamiento cutáneo.
Estudia y cuida tu piel
El uso de tratamientos adaptados a las necesidades específicas de las pieles grasas deshidratadas es fundamental. Así, es preciso que cuides y prestes especial atención a su limpieza, exfoliación e hidratación.
En Atashi hemos desarrollado la línea de tratamientos Fresh & Pure con formulaciones equilibrantes que integran células nativas de la flor de lila –seborreguladores purificantes– combinadas con componentes biotecnológicos.
Para los pasos esenciales en el cuidado de tu piel, como son la limpieza y exfoliación, la hidratación y la renovación celular, te proponemos:
- Gel purificante. Para una limpieza profunda con efecto peeling que te ayuda a reducir las rojeces y mejorar la textura de la piel, iluminándola y renovándola gracias al ácido glicólico liposomado.
- Day Hidramat. Para una hidratación intensa matificante gracias, entre otros ingredientes, al polvo fino de arroz. Reduce la formación de sebo y las imperfecciones, además de proteger tu piel de las agresiones externas. Su contenido en extractos de jengibre, boswellia y uva refuerza la microbiota.
- Suero Night Renewal. Para una renovación celular ultraconcentrada durante la noche que estimula la renovación celular, purifica y perfecciona tu piel gracias a una fórmula muy rica en principios activos. Este producto crea una simbiosis perfecta entre los últimos avances en biotecnología y el poder de la naturaleza.
Farmacéutica Licenciada por la Universidad de Alcalá de Henares, con más de 25 años de trayectoria profesional y de gran autoridad en el sector de la belleza saludable. Especialista en la conceptualización, investigación y desarrollo de productos en la industria dermofarmacéutica y nutricosmética para el cuidado y salud de la piel. Apasionada de la industria dermofarmacéutica, es miembro del Claustro de Profesores del Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica (CESIF).