No reticulado
El ácido hialurónico no reticulado se encuentra de forma natural en nuestro organismo y se utiliza en cosmética sin ser modificado. Sus moléculas, al no unirse en una retícula, cuando se emplean en cosmética circulan libremente en la superficie de la piel.
Su densidad puede ser baja o muy baja por lo que los resultados son más sutiles. Este hecho, lo convierte en un componente que resulta ideal para una rutina de cuidados diarios para la piel tanto facial como corporal.
El ácido hialurónico no reticulado aporta hidratación y elasticidad, retiene el agua y participa en la regeneración de los fibroblastos ofreciendo además a la piel:
- Luminosidad.
- Sensación de confort.
- Prevención en la aparición de arrugas y flacidez.
Puede combinarse con colágeno y vitaminas, como ocurre en uno de sus principales usos: la mesoterapia.
Esta técnica se basa en un tratamiento por el cual, mediante inyecciones intradérmicas, se inyectan en capas profundas de la piel dosis concentradas de combinaciones de vitaminas o sustancias regeneradoras. Estos elementos se potencian entre sí para conseguir un efecto de rejuvenecimiento facial.