La higiene facial se ha convertido en una prioridad para las nuevas generaciones. La preocupación por tener un rostro sano se ha incrementado debido a condicionantes como el estrés medioambiental, las radiaciones UV e IRA o la contaminación urbana que producen las grandes ciudades.
Y es que la polución afecta en la salud de nuestra piel en diferentes niveles, tanto a nivel interno como externo. El rostro se ensucia y a su vez, segrega grasa y sudor de manera natural. La combinación entre los procesos naturales de nuestra piel y las micropartículas contaminantes generan una obstrucción en los poros. Por ello la limpieza del rostro se vuelve cada vez más importante, donde en los últimos tiempos ha ganado cada vez más relevancia los limpiadores en espuma para el rostro regenerantes y purificantes que ayudan a regenerar la piel.
Como afecta la contaminación a la salud de la piel
De manera interna la contaminación puede afectar al riego sanguíneo. Sus consecuencias se externalizan ya que la piel puede verse afectada en este proceso, ya que se puede dañar la producción de colágeno y elastina de las células dérmicas.
¿Pero y esto como ocurre? La realidad es que la piel a de oxigenarse adecuadamente, por lo que, si no lo consigue, se puede acumular suciedad en los poros, lo que nos lleva a imperfecciones en el rostro. Entre ellas podemos percibir:
- Envejecimiento de la piel
- Tonalidad mas apagada
- Tacto que transmite sequedad
Este es el motivo por el que las personas que viven en ciudades grandes de mayor contaminación, pueden mostrar una mayor tendencia a la sequedad en la piel, producción de manchas y aparición de arrugas.
La mejor forma de neutralizar estos efectos de la polución es proteger nuestro rostro a través de productos antipolución, con los que aportar una adecuada higiene a nuestra piel. La mejor decisión que puedes tomar al respecto es elegir un limpiador en espuma regenerante.
¿Por qué usar un limpiador en espuma para el rostro?
Uno de los principales beneficios de un limpiador en espuma es su poder de acción en profundidad. Parece tontería, pero la limpieza es mucho más efectiva. La textura espumosa desobstruye los poros del rostro. Por otro lado, al tratarse de un producto sencillo de aplicar también lo es de retirar, dejando la piel con una sensación de frescura, suavidad y limpieza. Y es que los limpiadores al agua, que forman una espuma suave, eliminan con mayor eficacia los restos de suciedad dejando un mejor acabado en la piel de nuestro rostro.
¿Qué limpiador de espuma debería utilizar?
Lo ideal es que puedas usar un limpiador en espuma que no sólo se adapte a las pieles normales, sino que a su vez trate las pieles sensibles y delicadas. Es cierto que muchas pieles sufren está condición toda su vida, sin embargo, la piel puede verse afectada por las diferentes estaciones del año y volverse más sensible.
Por ello, te recomendamos la Espuma Regenerante Purificante de la Línea Antioxidante de atashi cellular cosmetics, el primer tratamiento antioxidante concentrado con un contenido extremadamente alto de polifenoles procedentes de las Aguas frutales BIO de Uva, Arándano rojo y Granada, que neutralizan los daños producidos por los radicales libres día a día, formando un escudo protector que frena el envejecimiento y restaura el daño producido por los efectos adversos de la radiación solar y la contaminación. El Ácido Glicólico purifica, unifica el tono e ilumina la piel y la Betaína natural regenera la función barrera.
- Limpia, regenera y purifica
- Energiza la piel
- Piel perfecta y sin imperfecciones para recibir el ritual de belleza diario
- Tonifica y afina la textura de la piel con suavidad
Farmacéutica Licenciada por la Universidad de Alcalá de Henares, con más de 25 años de trayectoria profesional y de gran autoridad en el sector de la belleza saludable. Especialista en la conceptualización, investigación y desarrollo de productos en la industria dermofarmacéutica y nutricosmética para el cuidado y salud de la piel. Apasionada de la industria dermofarmacéutica, es miembro del Claustro de Profesores del Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica (CESIF).